CUIDADO
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Tratado de Cordoba
http://es.wikipedia.org/wiki/Tratados_de_C%C3%B3rdobaDurante su estancia en Puebla, Iturbide fue notificado del desembarco en San Juan de Ulúa de Juan de O'Donojú. El recién nombrado capitán general y jefe político superior de Nueva España, había salido de Cádiz el 30 de mayo en el navío Asia acompañado de un convoy de tropas destinadas a Puerto Cabello, lugar en donde había hecho escala previamente.[70] O'Donojú había conspirado contra el primer régimen absolutista de Fernado VII. En 1821, fue jefe de armas en Sevilla y acaudilló el movimiento para la restauración constitucional. Una vez restablecida la Constitución fue nombrado jefe político de Sevilla, poco después fue recomendado por los diputados novohispanos —especialmente por Miguel Ramos Arizpe— para sustituir a Juan Ruiz de Apodaca.[71] El 3 de agosto, O'Donojú pasó a la ciudad de Veracruz en donde tomó posesión de su cargo y se le rindieron los honores por parte del general García Dávila. En su discurso dejó muy en claro ser un liberal de claras y rectas intenciones para el país.[72] De inmediato se le confirmó que a excepción de la Ciudad de México, Veracruz, Durango, Chihuahua, Acapulco y la fortaleza de San Carlos de Perote, el resto de la Nueva España se encontraba libre del dominio español. Ese mismo día, dirigió una proclama a los habitantes en la que reiteraba la rectitud de sus intenciones, increpaba la precipitación del movimiento que se había adelantado a la resolución de las Cortes y pedía que se le aceptase a prueba su mando, señalando estar dispuesto a renunciar si el pueblo elegía a otro jefe.[73] O´Donojú giró instrucciones para detener las hostilidades por parte de los realistas, el día 5 de agosto, envió al teniente coronel Gual y al capitán Pedro Pablo Vélez con dos cartas dirigidas a Iturbide, en las cuales confirmaba estar enterado de la situación que imperaba en la provincia, manifestándole además el deseo de reunirse para dialogar.[74] El día 11, Iturbide envió la respuesta afirmativa a O'Donojú, el lugar del encuentro sería Córdoba para lo cual dispuso que una escolta acompañara al recién llegado, por otra parte se dirigió a Texcoco, desde donde envió un comunicado a Novella así como las proclamas publicadas por O'Donojú. Novella solicitó un armisticio y permiso de enviar al coronel Castro, al teniente Castillo y Luna y al capitán Carballo para encontrarse con O'Donojú, Iturbide negó el permiso y de inmediato se dirigió a Córdoba, lugar al que llegó la noche del 23 de agosto.[75] El 24 de agosto de 1821 Iturbide se reunió con O'Donojú, después de oir misa, se firmaron los Tratados de Córdoba, entre los artículos principales destacan:[76]
En la Ciudad de México, Novella había ordenado encarcelar a algunos simpatizantes de la independencia, entre ellos al padre Villaseñor, al franciscano Guisper y al presbítero Casanova entre otros. El 25 de julio Gabriel de Armijo, Húber, el brigadier Melchor Álvarez y el coronel Concha habían regresado, de esta forma el cuerpo de efectivos en la guarnición era de cinco mil hombres.[77] Quintanar, Bustamante y otros jefes del Trigarante rodearon a la capital ocupando Chalco, Ixtapaluca, Tepotzotlán, Huehuetoca y Cuautitlán. Las fuerzas de Novella se distribuyeron en Tacuba, Tacubaya, Mixcoac, Coyoacán y el Peñón.[78] A pesar de la vigencia del armisticio, la cercanía de las tropas propició un encuentro el 19 de agosto, conocido como la Batalla de Azcapotzalco. El capitán trigarante Velázquez realizó un avance de reconocimiento en Tacuba durante el cual sostuvo un tiroteo con tropas realistas, quienes defendieron el paso de un puente situado entre Tacuba y Azcapotzalco y fueron obligados a abandonarlo. Anastasio Bustamante acudió en ayuda de la columna de Acosta y juntos se dirigieron a la hacienda de Santa Mónica. La tropa realista al mando del teniente coronel Buceli y del coronel Manuel de la Concha iniciaron la persecución de los independentistas atacando su retaguardia. El enfrentamiento se prolongó hasta la noche, Bustamante ordenó la retirada.[78] Como resultado, en el encuentro murieron doscientos realistas y doscientos trigarantes, entre estos últimos el ex insurgente Encarnación Ortiz. Enardecidos, los independentistas pasaron por las armas al teniente realista Vicente Gil que había sido hecho prisionero durante el combate. Los realistas abandonaron sus puestos de avanzada y se replegaron a la ciudad.[79] Santa Anna envió al capitán Juan Nepomuceno Fernández, al frente de cuatorcientos hombres, hacia Acayucan y Coatzacoalcos. El avance llegó hasta Villahermosa, Huimanguillo, San Antonio y Cunduacán, lugares en donde se proclamó la independencia el 31 de agosto. Durante la misma fecha, el antiguo realista Llorente hizo lo mismo en Túxpam. El día 26 de agosto, el mariscal de campo y comandante general de las Provincias Internas de Occidente, Alejo García Conde había proclamado la independencia en la ciudad de Chihuahua.[79] En Durango, José de la Cruz se había atrincherado con mil hombres del brigadier Diego García Conde. El trigarante Pedro Celestino Negrete llegó a la zona el 4 de agosto y solicitó la rendición a los realistas explcándoles la situación que reinaba en Nueva España. La respuesta fue negativa, el día 14, Negrete insistió con una nueva carta señalando que su tropa ascendía a más de dos mil seiscientos efectivos.[79] Los realistas solicitaron un armisticio, pero no para negociar la rendición sino para saber el sesgo que tomaban los asuntos en la capital. El gobernador militar Diego García Conde nuevamente rehusó la capitulación, por tal motivo, Negrete decidió atacar la plaza, el asalto comenzó el día 29, al día siguiente Negrete fue herido por una bala de fusil en el rostro, la cual le destrozó las mandíbulas superiores.[80] Finalmente, el 31 de agosto, los realistas agitaron una bandera blanca en la torre de la catedral, se confirmó la capitulación y el día 6 Negrete acompañado de sus hombres entró a la ciudad. José de la Cruz se dirigió al puerto de Veracruz para embarcarse con rumbo a España.[81] O'Donojú envió una copia de los tratados a Novella, quien al recibirlos en la capital, celebró una junta general de guerra a la cual asistieron el arzobispo Fonte, el doctor Guridi y Alcocer y Juan Bautista Lobo de la diputación provincial, los miembros del Ayuntamiento Juan Acha y Francisco Manuel Sánchez de Tagle, los canónigos Bucheli y Matías de Monteagudo, los oidores de la Audiencia Yáñez y Osés, el conde de la Cortina representante del Consulado de México, algunos otros civiles y los altos jefes militares. Se argumentó que O'Donojú no tenía facultades para firmar los tratados, los cuales debían ser ratificados por el Congreso y que contradecían a las primeras proclamas hechas en Veracruz, se concluyó que el jefe político superior debería acudir a la capital para explicar su postura. Fueron comisionados el doctor Alcocer y el coronel Castillo y Luna para notificar de forma personal a O'Donojú la resolución de la junta.[81] El 5 de septiembre, Iturbide estableció su cuartel general en Azcapotzalco, el Ejército Trigarante estaba conformado por dieciséis mil hombres. El día 10 distribuyó la fuerza militar en tres frentes, el de la vanguardia quedo al mando de Morán —marqués de Vivanco— que fue apoyado por Vicente Guerrero y se situaron al norte de la ciudad, el frente del centro se ubicó en el poniente bajo las órdenes del brigadier Luaces y del coronel Anastasio Bustamante y el frente de la retaguardia que se instaló en el oriente del Valle de México bajo las órdenes de los coroneles Quintanar y Barragán. Iturbide nombró al brigadier Melchor Álvarez —quien acababa de abandonar a los realistas— como su jefe de Estado Mayor, secundado por los coroneles Joaquín Parres, Ramón Parres y Juan Davis Bradburn.[82] El 7 de septiembre, Novella solicitó un armisticio para poder entablar un diálogo con O'Donojú. Los comisionados presentaron la resolución de la junta a O'Donojú solicitándole a la vez que éste debería reconocer a Novella con carácter de jefe político superior. La respuesta de O'Donojú fue negativa, incluso se aludió la violenta y criminal destitución de Apodaca.[82] Novella decidió entregar el mando a O'Donojú, siempre y cuando este último lo recibiese con su carácter de capitán general, puntualizando que si el recién llegado traía instrucciones para hacer la independencia, podría actuar en consecuencia sin oposición de su parte. O'Donojú irritado, contestó que no reconocía la autoridad legítima de Novella, la cual le había sido usurpada a Apodaca. Ambas partes accedieron a reunirse en Tacubaya el 13 de septiembre, junta a la que asistió Iturbide. Después de dos horas de reunión a puertas cerradas, Novella en compañía de miembros del Ayuntamiento y de los diputados provinciales, dieron por válido el nombramiento de O'Donojú. El armisticio se prorrogó hasta el día 16, los participantes de la junta regresaron a sus respectivos cuarteles.[83] |
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